Principios del branding para PYMES

Principios del branding para PYMES Una marca no es un logotipo. No es lo mismo que yo me llame Juan, a que me llame John, o que llame Giovanni. La marca es una promesa que haces a tu cliente. Una experiencia que puede vivir. Tu marca representa el valor de tu empresa.

Esto cuando se lo explicas a un familiar tuyo, se puede volver un ejercicio muy (pero que muy) difícil. Incluso cuando tratas de explicarlo a alguien que proviene del mundo de la empresa, cuesta.

Pongamos un caso para que ver que hay que aportar algo más que un dibujito resultón para que te elijan. Las telecomunicaciones. Nos encontramos ante un servicio intangible. Algo que ni se toca, ni se huele, ni se come, ni nada. ¿Qué te hace decantar por uno u otro proveedor? Ya todos lo terminales son libres, las financiaciones son similares, las tarifas son muy parecidas, ya no hay permanencias, la resolución de incidencias es igual de mala en todos los casos. Tiene que haber algo.

Un caso reciente es el de Virgin Telco, marca con la que el grupo Euskaltel quiere expandirse a nivel nacional. Tienen como objetivo romper el statu quo de los tradicionales paquetes cerrados. Okey, esto en parte ya lo permitían los pequeños operadores locales, así que no es una novedad per se, pero el tono que han utilizado es lo que importa. En su web figura

Si las reglas son injustas, rómpelas

Lo que nos gusta es escucharte

Tenemos principios (y los mantenemos)

Se enfocan en un cliente desencantado con las compañías de teleco y sus (ocasionales y sin mala intención) abusos.  Virgin busca hacer piña con esta tipología de cliente y encuentra un enemigo común.

Principios del branding para PYMES

Virgin Telco te describe perfectamente para quien han pensado su servicio, te marca el camino a seguir, y además lo hace con suma eficacia.

Este es un ejercicio que no está reservado para las empresas con 25 gurús del Marketing detrás. Tú como PYME puedes (y debes) pensar qué te diferencia del resto, y transmitirlo a tu cliente. Te recomendamos que le des vueltas a estos principios para lograrlo:

          Piensa en tu cliente objetivo.

No le vendes a todo el mundo. Hay un cliente que es el epicentro de tu negocio. El discurso se centra en él, piensa como él.

          Construye la experiencia.

Dota a tu marca de unos valores y una experiencia asociadas a ella.

          Emociona.

Si no emocionas no existes. ¿Cómo te van a recordar si pasas por la vida de tu cliente sin pena ni gloria?

La próxima vez que tu cuñado te diga que una marca es un dibujito, dile que en realidad la marca es el alma de la empresa.  A ver qué cara pone.